Periódicamente, hay que realizar liquidaciones de impuestos (IVA, IRPF, etc…) que, si no están bien planificadas, pueden hacer un agujero en la tesorería de la empresa. Suelen ser desembolsos importantes, sobre todo si se pagan de forma trimestral, ya que se acumula lo de los 3 meses anteriores. Como los paga la empresa, puede dar la impresión de que es un gasto para la misma, pero ojo, no siempre es así.
En este artículo vamos a ver qué es gasto y qué no dentro de todo lo que una empresa paga a las administraciones públicas. Sigue leyendo y podrás ver como calcular el gasto real en impuestos de tu empresa.
¿Qué es un impuesto?
Sin entrar en cuestiones técnicas, podemos decir que un impuesto es un tributo que tenemos que pagar por realizar determinados negocios, actos o hechos. Para una empresa, los más conocidos y habituales suelen ser el IVA, el impuesto de sociedades y el IRPF (retenciones).
Pero esto no quiere decir que todos ellos supongan un gasto para la empresa. Y esto es lo que vamos a analizar aquí.
Además, existen otras cargas que provienen de organismos oficiales que técnicamente no son impuestos, aunque “psicológicamente” los consideramos como tales, como pueden ser los seguros sociales.
El Impuesto sobre el valor añadido (IVA)
El IVA es un impuesto que grava fundamentalmente el consumo realizado por particulares. ¿Y qué quiere decir esto?. Pues quiere decir que no es un impuesto que afecte al resultado de la empresa (salvo excepciones).
En el caso del IVA, la empresa es un mero recaudador de la Hacienda Pública, y funciona del siguiente modo: la empresa emite una factura, a esa factura le añade el IVA para que lo pague el consumidor final, sea empresa o particular. Ese IVA que ha añadido a su factura, lo tiene que ingresar después en Hacienda. Con lo cual, le cobra a su cliente el IVA con una mano y con la otra se lo devuelve a Hacienda.
Obviamente este es un caso general, porque el IVA tiene muchísimas variantes como las exenciones, inversión del sujeto pasivo, operaciones intracomunitarias, etc… en las que no voy a entrar. Pero el caso general nos sirve para entender esto.
Por otra parte, está el IVA que nos facturan nuestros proveedores y acreedores. Es la misma operación anterior pero a la inversa. Es decir, ahora somos nosotros los clientes. En este caso, tenemos que pagar una cuota de IVA adicional al producto o servicio que adquirimos. ¿Esto quiere decir que tenemos un gasto adicional por el IVA?. No, porque igual que el IVA que repercutimos y cobramos a nuestros clientes lo tenemos que ingresar en Hacienda, el IVA que soportamos y pagamos a nuestros proveedores nos lo devuelve hacienda a través de las declaraciones periódicas.
Por tanto, la pregunta clave es: ¿Cuál es el gasto por IVA que soporta la empresa?. La respuesta es cero. El IVA (en general), no supone ningún gasto para la empresa, más allá del coste de la carga administrativa que pueda suponer su gestión y tramitación.
Excepciones (casos donde el IVA sí es un gasto para la empresa)
- Si las ventas de una empresa están exentas (no repercute IVA en sus facturas), tampoco puede deducirse el IVA de sus proveedores, con lo cual, en este caso, el IVA pagado a los proveedores SÍ es un gasto. Si solo está exenta una parte de las ventas, se podrá deducir el porcentaje correspondiente a la parte no exenta (regla de la prorrata)
- El IVA pagado en los tiques o facturas simplificadas, es decir, donde no aparezcan los datos de la empresa. Por ejemplo, si echas combustible y no pides factura y justificas el gasto con el tique que te dan en la caja, no te puedes deducir el IVA a pesar de que en el tique venga especificado. Y por tanto, ese IVA SÍ es un gasto
- El IVA de determinados gastos. Por ejemplo, en los gastos de atención a clientes (cestas de navidad, regalos, etc…),
Retenciones de IRPF a trabajadores y profesionales
A final de cada trimestre, normalmente, se ingresan en la Hacienda Pública las cantidades retenidas a los trabajadores y a los colaboradores profesionales durante los 3 meses anteriores. ¿Qué ocurre?, que como se junta que tiene un nombre de impuesto (retenciones, modelo 111 o 115, …) y además se ingresa en Hacienda, parece que es un impuesto (dicho en el sentido de que genere un gasto) para la empresa. Pero no lo es.
Las retenciones de IRPF son solo impuestos (bueno, en realidad anticipos de impuestos futuros) para los trabajadores y para los profesionales, no para la empresa.
Cuando contratas a un trabajador le ofreces un salario mensual a cambio de su trabajo. Cuando le pagas a final de cada mes, le entregas una cantidad a él y otra a Hacienda, pero esa cantidad que ingresas en Hacienda es del trabajador, es decir, que lo único que haces es gestionar ese pago. Lo mismo ocurre con los profesionales. Si a ti un colaborador te dice que el coste de sus servicios es de 1.000 euros, cuando vayas a pagarle le descontarás la retención correspondiente que ingresarás después en Hacienda en lugar de pagársela a él.
Conclusión: Las cantidades trimestrales (o mensuales en algunos casos) pagadas por la empresa a través del modelo 111 o 115 no son un gasto para la empresa. Son solo salidas de tesorería, nada más. Esto puede parecer obvio, pero algunas empresas lo registran como gasto en sus controles internos de ingresos y gastos.
En el caso de que seas autónomo o de que tu empresa tenga que facturar con retención, realmente esa retención sigue sin ser un gasto (al menos de momento). Es un anticipo o pago a cuenta del impuesto que tendrás que pagar cuando realices la liquidación del impuesto.
Impuesto de sociedades
Este sí. El impuesto de sociedades sí es un impuesto que grava las operaciones realizadas por la empresa, y por tanto es un gasto para la misma.
El impuesto de sociedades es un impuesto sobre el beneficio obtenido por la empresa durante un determinado periodo. Ese beneficio puede coincidir con el resultado contable, aunque no tiene porqué, ya que existen criterios fiscales que a lo mejor no coinciden con el criterio contable, como por ejemplo el ritmo de amortización del inmovilizado. Es más, puede ocurrir que tu empresa tenga pérdidas en un ejercicio y sin embargo tengas que pagar este impuesto.
¿Cómo sé cuál es el gasto del impuesto de sociedades?. Este impuesto se paga en varias veces. Normalmente se hacen pagos fraccionados en los meses de abril, octubre y diciembre (hay otros casos, pero este es el habitual en pymes). Estos pagos realmente no son un gasto, sino que son cantidades que se ingresan a cuenta para que posteriormente, cuando haya que pagar la liquidación del impuesto (normalmente en el mes de julio), no tengas que hacer el desembolso completo (bueno, más bien se hace para financiar a la Agencia Tributaria, para ser más exactos).
Con esto te quiero decir que los pagos a cuenta que se realizan a lo largo del año no son el gasto de la empresa por impuesto de sociedades. La forma más sencilla de conocer el gasto que ha producido en tu empresa este impuesto es a través de la cuenta de gastos (grupo 6 del plan de cuentas). Lógico, ¿no?. Pues bien, para saberlo, no tienes más que mirar el saldo de la cuenta 630. Eso sí, tendrás que hacerlo una vez cerrado el ejercicio, que es cuando se hace la liquidación de este impuesto.
Además, tienes que tener en cuenta que la liquidación que se hace en diciembre es provisional, y hasta que no se liquide el impuesto en julio, no sabrás el importe exacto del impuesto.
El impuesto de sociedades es complejo, porque tiene muchos posibles casos, y cada uno es un mundo. Pero en general, la mejor forma de saber cuál es el gasto es con la cuenta 630.
Seguros sociales
Sí, lo sé. Esto no es un impuesto. Pero sí es una carga, y por tanto un gasto para la empresa, que proviene de un organismo público. Los seguros sociales son una aportación que hacen tanto la empresa como los trabajadores al Organismo de la Seguridad Social.
La empresa realiza un pago mensual a la Seguridad Social. En ese pago se incluye la cuota que le corresponde a la empresa, pero también la del trabajador. Veamos cómo funciona y cómo se calcularía el gasto.
Cuando contratamos a un trabajador en la empresa tenemos que pagarle el salario que hayamos acordado. Pero el coste del trabajador no se queda ahí, tenemos que añadirle también el coste de la seguridad social, que se calcula sobre ese salario (a través de la base de cotización).
Cuando al trabajador se le paga la nómina no se le paga el salario entero, sino que se le descuenta la retención de IRPF (la vimos antes) y también la aportación que hace ese trabajador a la Seguridad Social.
Cada trabajador tiene que realizar una aportación a la Seguridad Social por el hecho de estar dado de alta en la misma. Lo que hace la empresa es ingresar esa aportación del trabajador en su nombre. Por tanto, la empresa ingresa en la Tesorería de la Seguridad Social las aportaciones de todos sus trabajadores. Al igual que vimos con las retenciones de IRPF.
¿Qué quiere decir esto? Que no todo el dinero que se paga a la Seguridad Social es un gasto de la empresa.
Y entonces, ¿cómo se calcula el gasto que corresponde a la empresa?. Pues a través de una cuenta de gasto, en este caso la 642. Esta cuenta se contabiliza mensualmente, con lo cual es muy sencillo conocer su valor mes a mes.
Otros impuestos y tasas
Estas que hemos visto hasta ahora suelen ser las cargas más importantes, pero puede haber otros impuestos o tributos aparte de estos. Por ejemplo aquellos que provienen de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc… Es el caso del IBI o del impuesto de actividades económicas, entre otros. Estos gastos se registran en la cuenta 631.
Conclusión
Los impuestos y las cargas por aportaciones a Organismos Públicos suelen ser elevados, pero no todo lo que se paga en “concepto” de impuestos son gastos para la empresa. Dentro de los pagos a Hacienda y a la Seguridad Social están incluidos pagos en nombre de terceros.
- IVA: En general, y salvo excepciones, no es un gasto para la empresa
- IRPF: Pagos trimestrales de las retenciones. Igualmente, no es un gasto para la empresa
- Impuesto de sociedades: Sí es un gasto para la empresa y se puede calcular a través de la cuenta 630 una vez finalizado el ejercicio
- Pago de los seguros sociales. No todo el pago es un gasto para la empresa. La parte del gasto se puede calcular a través de la cuenta 642.
- Otros impuestos. Los gastos por pago de tributos municipales y otros se pueden obtener por la cuenta 631
No es un listado exhaustivo de todos los impuestos que puede pagar una empresa, pero sí de los más habituales y que en ocasiones generan confusión
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